lunes, 2 de septiembre de 2019

PENSAMIENTOS DE UN INMIGRANTE.
Capítulo 2.

“Los sentidos humanos te llevan a un recuerdo”

No les pasa de pronto que recuerdas tu casa, un familiar, una mascota o cualquier cosa que venga a tu infinita mente y al ponerle potencia al pensamiento de repente sientes, piensas que estas allá y si de pronto gozas de una buena memoria recordar a fondo algo que viviste, si tienes dicha incluso puedes hasta percibir el olor de eso en lo que piensas, revivir a detalles ese momento.  Pues aprecia y disfruta de ese instante, porque con el paso de los años cada vez serán menos esos momentos, por mas que digas nunca olvidare esta persona, lugar, comida o sea cual sea el recuerdo, no todos los llevas contigo, ojalá y pudiéramos hacerlo, hacer uso del basto cerebro que tenemos y potenciar su funcionamiento, algo así, vieron la película “Lucy” con mi amor platónico Scarlett Johansson u esta otra “Limitless” con esta pana Bradley Cooper.  Imaginen por un momento que pudieras hacer ese uso de tu memoria, acceso a información ilimitada, seria espectacular, claro, seguro caemos en banalidades humanas y en la ambición, como de hecho pasa en dichas cintas, pero nadie es perfecto.  Me fui un poco a mi genero de ciencia ficción lo sé, cayendo en lo mismo la capacidad de poder recordar algunos pasajes de tu vida, haciendo memoria me pasa y lo comparto, mas ahora estando tan lejos, es allí cuando mi pensamiento podría recorrer cualquier distancia o siento que revivo ese momento.

Dos anécdotas…


 Pa´Macaira...


Ya se acerca el fin del invierno aquí en Buenos Aires y sin dudas el frio es candela, pero a mí me agrada mucho más que la mayoría de mis compatriotas venezolanos, lo disfruto y vivo de otra forma, es mi primer invierno completo y aunque no fue tan fuerte según dicen lo disfrute bastante.  Hubo un día que iba caminando al apartamento y caían gotas de aguas, mínimas y al ver este espectáculo de la naturaleza me vino a la mente Macaira, por un momento me sentí que estaba en el pueblo, en época Navideña, con el mismo frio y ese Rocío que era tan común allá, caminabas por las calles del pueblo, lo sentías y veías, en la plaza, en la esquina de la casa de mi abuela, todos con suéter y bien abrigados, con ese rico frio, ese típico olor a lluvia, fuegos artificiales, fiestas y comederas en todas las casas, te sorprendia cada familiar que aparecía inesperadamente a compartir contigo, esperando el fin para la miniteca que iba al pueblo y por otro lado tu mama, abuela, tías y madrinas diciéndote que no te mojes. Jejeje Momentos grandiosos, simples pero que te llenan el corazón de alegría y suspiras porque por un breve instante lo sientes nuevamente.
Te llevo en mis recuerdos San Francisco de Macaira.
“Tierra de sueños y realidades”






La manchada...

Es bonito el trato que le dan a los animales en esta bella ciudad, y es tan común el trato que le dan que es normal que tu veas que un perro pueda llevar una mejor vida (vestirse, comer, viajar) que cualquier mortal asalariado, gracias a sus dueños claro está, dichosos, hasta las palomas que tu puedes ver en cualquier plaza, parte o hasta en una estación de tren, te pasan por un lado como que si tu fueras una hormiga en los pies de un elefantes, eso dice mucho del trato que se les da a las mascotas; yo he disfrutado muchísimo sobre todo en la gran variedad de canes que hay, de todas las razas, bien cuidados y entrenados, e visto desde San Bernardo similares al de la película Beethoven, como galgos, idénticos a ayudante de santa de los simpsons, Golden, pug, Bulldog, entre otros.  Pero como siempre mi mirada se va cuando veo un boxer y a un dálmata.  No es un secreto que tengo debilidad por estas razas, la primera porque mi primer perro fue un boxer “Guazon” y la segunda porque el mayor vinculo que desarrolle hacia un animal fue por “Tinga”, y no es tan común ver dálmatas aquí, pero los hay, un día cruce en una esquina y venia una perra dálmata, mas fina y hasta estilizada de lo que recuerdo a mi loca, pero con ese mismo espíritu y carácter juguetón que los caracteriza, tenia la correa en la boca, ella misma la llevaba, cosa que es común por cierto y yo allí en ese momento volví a ser un adolescente con su Tinga, se me olvido la distancia y los años desde que murió y me agache y la toca y abrace, reconozco que fue algo atrevido, no porque me fuera a morder, no, sino que aquí son delicados con las mascotas y niños y debes pedir permiso, bueno menos mal la dueña una señora muy amigable al yo levantar la vista y volver a la realidad percatándome del abuso vi que me sonrió y me dijo, no pasa nada hijo, de allí fue mas abrazos y besos a la perra que tristemente no recuerdo su nombre, cariños y sobre todo olerla, es la misma raza y hay un olor común o similar pero este me hizo recordar y mucho, tanto que se me aguo el guarapo y bueno termine mostrándole fotos a la señora que guardo en mi teléfono y narrando historias.
Siempre estarás en mente, pero más en mi corazón mi loca, mi hija.
Tinga.




Carlos E. Marin

2 comentarios:

  1. Lindo lo que hacen primos, les permite drenar un poco la nostalgia que se siente al estar lejos de sus apegos, querencias, paisajes y olores.No pierdan la fe de la vuelta a la Patria, aquí los esperamos con los brazos abiertos. Un gran abrazo

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