PENSAMIENTOS DE UN INMIGRANTE.
Capítulo 1.
“Quien iba
a pensar”
De
pronto vas caminando, sentado en algún transporte público, mirando alguna noticia
o red social en el teléfono, haciendo cualquier actividad laboral o no, ves, lees
algo y se te va la mente, en mi caso sonrió muchas veces y otras tantas quedo
envuelto en ese mundo único, libre y mágico de los pensamientos.
¿Quién iba a pensar? ¿Como es que he llegado
aquí? ¿Y si estoy aquí, donde estaré luego?
No es vivir en el pasado, es recordar las vueltas
que da la vida, de niños y pre-adolescentes crecemos viendo programas,
caricaturas, películas y nos bombardeaban con tantas cosas de otros países, parques,
hoteles, atracciones y dices que seria espectacular viajar y conocer dichos sitios,
turistear. Fantaseas con conocer todo
eso, lugares como Disney World por poner un ejemplo.
Ya de adolescentes, estudiando para ser un profesional,
aunque se mantiene ese pensamiento de una forma muta, evoluciona y dices quiero
estudiar, graduarme, hacer plata para ir a tal sitio porque me gusta y quiero
ir algún día. Pecas de altanero y
prepotente, como dijo mi primo Fran en una de sus fabulas “yo si salgo de
mi país es a vacacionar, a conocer, yo no abandono mi país” y mira, el que
escupe pa´rriba muchas veces le cae el… ustedes saben.
A mí siempre me llamo la atención y todavía ojo,
Inglaterra, no sé, como es su cultura, su manera de hablar el inglés, clima,
tierra de Harry Potter, James Bond, jajaja. Pero me gusta, no era Cancún, Bora
Bora, Miami, España, EEUU, entre otros.
Ya de adultos muchos cumplieron sus sueños, otros
no, pero si nuestra generación en gran parte esta afuera conociendo nuevos
lugares, costumbres y personas, la situación país nos llevó al Venezolano a
tomar otros rumbos, dejar atrás su frontera, su ambiente y aventurarse. Quizás no era lo que pensamos en nuestros
inicios, pero salimos a la final no. A
trabajar, a buscar mejor calidad de vida y nuevas oportunidades pasando por
circunstancias malas y buenas que a la final nos da más experiencia.
Y así estamos, dispersos como los países nombrados
en la canción “Latinos” de proyecto uno, en otro continente con títulos y
certificaciones apostilladas que gracias a Dios a muchos les sirvió, a otros no,
pero saben que, igual trabajan de lo que salga, le echan un camión de bolas
para salir adelante y ayudar a sus compatriotas y familiares que aguantan una
pela ruda allá en nuestro bello e infinitamente mejor país Venezuela.
Nojodas, a fin de cuenta dos cosas, uno, quien
sabe dónde voy a estar en unos años, quizás donde quisiera o de turismo (ojalá),
o de regreso en el país para sacarlo adelante, porque nadie sabe lo que tiene
hasta…… Y dos, quien iba a pensar que
tanto que nos decían “estudia para que llegues lejos” a la final
verdad se aplicaría, cierto, si Mama, Papa, Hermanos y Hermanas, Primas,
Primos, Familiares y Amigos en general estamos lejos físicamente, pero unidos
siempre de corazón.
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Carlos E. Marin |
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